La malas lenguas dicen que el azúcar, o incluso la comida en general, podría ser tan o más adictiva que muchas drogas.
El azúcar en realidad no es tan peligroso cuando se consume con moderación y en sus formas naturales.(sin añadidos artificiales).
Las principales fuentes naturales de azúcar son las frutas y la miel.
Entonces, ¿por qué es tan adictiva?. Todo se encuentra en nuestro cerebro.
El sistema cerebral de la recompensa
Aunque el funcionamiento del cerebro todavía presenta muchas incógnitas, y queda aún mucho por estudiar, lo cierto es que todo lo que ocurre en él sucede con el fin último de garantizar nuestra supervivencia como especie.
El sistema de recompensa es un conjunto de mecanismos cerebrales que asocian situaciones relacionadas con la supervivencia con una sensación de placer.
Este sistema está creado para que en el futuro repitamos esas acciones que nos agradaron, garantizando así que continuemos vivos. Como mecanismo de supervivencia, este sistema de recompensa está ligado a necesidades básicas del ser humano.
Comer, Beber o reproducirnos, nos dan placer ya que son indicadores de supervivencia del ser humano.
¿Por qué la adicción al azúcar es un problema?
Resistencia a la insulina
La insulina es la hormona liberada por el páncreas cuando tu glucemia, o el contenido de azúcar en sangre, aumenta. La insulina se encarga de que esa glucosa entre en las células de nuestro organismo y sea utilizada para producir energía. Si consumimos más glucosa de la que necesitamos en ese momento, se acumulal en forma de glucógeno en el hígado y los músculos, y cuando este almacén también se llena, se transforma en tejido adiposo.
Cuando nuestro consumo de azúcar es alto y reiterado en el tiempo, la respuesta de las células a la insulina disminuye. Se hacen «resistentes» y como consecuencia el páncreas tiene que producir más insulina para que las células respondan. Mientras el páncreas sea capaz de producir más insulina para compensar la baja respuesta de las células, los niveles de glucosa se mantendrán en sus valores normales. En este punto se habla de resistencia a la insulina.
Cuando el páncreas se agota y ya no es capaz de producir tanta insulina como para controlar la glucemia y ésta aumenta por encima de su valor fisiológico, estamos en prediabetes. Con tiempo, esta situación puede terminar generando una diabetes tipo II.
Obesidad
Aunque la obesidad se considera una enfermedad multifactorial, el papel del azúcar en su desarrollo ha sido ampliamente estudiado.
Cuando ingerimos azúcar, ésta será descompuesta principalmente en 2 monosacáridos: fructosa y glucosa. Mientras que la fructosa promueve el depósito de grasa alrededor de las vísceras, la glucosa tiende a acumularse en el tejido adiposo subcutáneo.
Inflamación crónica
Se ha visto que las dietas ricas en azúcar desencadenan la inflamación crónica, de bajo grado, que disminuye la calidad de vida y en última instancia generará otros problemas en la salud como cánceres de varios tipos, arterioesclerosis o enfermedades neurodegenerativas.
Procesos fisiológicos descontrolados o desregulados como la hiperglucemia derivada del consumo de un exceso de azúcar, la obesidad (sobre todo la visceral) derivada de un exceso de fructosa, por ejemplo, favorecen un estado pro-inflamatorio latente.
Desmineralización ósea
Cuando el azúcar es digerido produce un impacto ácido en el organismo. Para equilibrar esta acidez, es necesaria la entrada en función de alguna sustancia alcalina para compensar. El organismo extrae del tejido óseo carbonato cálcico, una sal capaz de anular la acidez, pero cuya salida del entramado óseo lo debilita y lo hace más sensible a las fracturas.
Existen otros muchos efectos negativos del exceso de azúcar. Puedes consultarlos en nuestro artículo «Problemas del azúcar para la salud».
¿Por qué tenemos antojos de azúcar?
Los antojos de azúcar son la razón por la que muchas personas refieren ser adictas. Entender por qué se producen puede ayudar en su manejo.
Según el diccionario, un antojo es un deseo apremiante, un impulso a comer cierto alimento. Uno de los antojos más frecuentes es por comer algo dulce. Mientras que para algunas personas estos antojos pasajeros no suponen un problema para su salud, para otras muchas puede llegar a generar obesidad, colesterol alto, cambios de humor, diabetes…
Existen varias teorías para explicar los antojos por azúcar. Una de las principales se basa en la cantidad de glucosa presente en la sangre.
El problema no es tener unos niveles bajos de azúcar en sangre, sino cómo de rápido bajan esos niveles de azúcar. Cuando la glucosa se desploma por efecto de un alimento con elevado índice glucémico se produce lo que se denomina hipoglucemia reactiva. Ese pico inicial de la glucosa genera a su vez un pico de insulina importante producirá una rápida bajada de la glucosa. Y es esta bajada rápida de la glucemia la que nos genera esa sensación de debilidad, de sopor, de necesidad de comer algo dulce que consideramos antojo.
El estrés crónico también es un gran generador de antojos. Cuando tomas comidas ricas en azúcar, la sensación placentera que produce aminora los sentimientos de angustia derivados del estrés.
Cómo controlar la adicción al azúcar
Existen varias teorías sobre cómo ser capaz de resistir la necesidad de tomar azúcar. Desde fijar tu atención en otra cosa, meditar, beber agua, hablar con alguien… incluso hay quien sugiere que tomar un poco de azúcar podría hacer que el antojo desapareciera.
Pero lo cierto es que todas esas técnicas solo enmascaran el problema, o lo postponen, cuando lo que queremos es eliminar esa necesidad imperiosa de comer algo dulce.
A largo plazo, es necesario un cambio de dieta. Y dejar de tomar azúcar, un alimento que nos hace sentir bien, no es fácil. Pero el secreto para conseguir deshacerse de la afición por los dulces pasa por una estabilización de la glucemia, de la glucosa en la sangre.
Este podría ser un plan para conseguir librarse de los antojos:
Aumenta el ejercicio físico: Con ello conseguirás un aumentos de tus endorfinas, que contribuirán a hacer que te sientas bien aún sin azúcar.
Come a intervalos regulares: Intenta mantener horarios de comidas regulares para evitar tentaciones.
Ingiere proteínas y grasas saludables en cada ingesta y de buena calidad.
Toma carbohidratos de bajo índice glucémico: Aumenta el consumo de verduras y frutas sin almidones y ricas en fibra.
Si tomas snacks, constrúyelos también con proteínas y grasas saludables, como si fueran comidas principales pero de menor tamaño.
Ser capaces de adoptar una dieta más saludable debería ser una prioridad. Recuerda que conseguir librarse del yugo del azúcar tiene muchos beneficios, no solo mejora la salud, sino también tu autoestima, tu energía y tu sensación de bienestar.
Aloha Vibrers!!!
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