Los metales pesados se depositan en nuestro organismo a través de los alimentos, el agua y el aire.
En los últimos tiempos se han incrementado considerablemente y nos intoxican y nos enferman ya que bloquean la absorción de minerales que son básicos en nuestra salud.
Eliminar metales pesados no es una simple depuración de toxinas, es más complicada.
Son compuestos inorgánicos que nuestro cuerpo no es capaz de metabolizar y que son muy perjudiciales ya que se acumulan en los órganos y los tejidos.
Sustancias como la clorofila y algunos aminoácidos azufrados como la alicina, que se encuentra en el aceite esencial del ajo, realizan el proceso de Quelación, necesario para eliminar los metales pesados de nuestro organismo.
También hay otras sustancias que son buenas para el tratamiento de los metales pesados tóxicos, como las vitaminas C, E y del grupo B, flavonoides, cumarinas, carotenos, ácidos grasos esenciales y minerales como zinc, selenio o magnesio.
¿Cómo actuamos contra los metales pesados?
1. REDUCE LA INGESTA DE METALES PESADOS
El primer paso es nuestro objetivo de eliminar los metales pesados es reducir al máximo la ingesta de los mismos. Para ello descubre dónde se esconden los metales pesados más perjudiciales para la salud para poder evitarlos.
ALUMINIO
Acumulaciones en pulmones y cerebro.
Bloquea la absorción de magnesio, provoca astenia y contribuye a la aparición de Alzheimer.
Se encuentra en vegetales no ecológicos, comida industrial, agua del grifo, desodorantes, amalgamas, vacunas, analgésicos y antiácidos.
ARSÉNICO
Se acumula en hígado, riñones, piel y sistema nervioso.
Inhibe la acción de la vitamina E, el selenio y el azufre. Provoca fatiga crónica, cáncer de pulmón y vejiga, diabetes y problemas gastrointestinales.
Se halla en el agua del grifo, los zumos envasados, los cereales integrales (en especial el arroz) y los vinos.
Para eliminar el arsénico del arroz, enjuágalo varias veces y cuécelo en mucha agua (unas 6 veces su volumen).
CADMIO
Se acumula en las vías respiratorias, hígado, riñones, grasa, nervios y huesos.
Bloquea la absorción de zinc, magnesio, selenio y azufre. Causa hipertensión, dolor de cabeza, anemia, alteraciones del sistema nervioso periférico, problemas renales y pulmonares.
Se halla en el agua del grifo, pescados de agua dulce, crustáceos, hojas de hortalizas, champiñones y algas secas no ecológicas.
MERCURIO
Se acumula en riñones, cerebro y sistema nervioso.
Impide la absorción de zinc, selenio y hierro. Destruye la vitamina B12 y provoca fatiga crónica, hipertensión arterial, infecciones, anemia y problemas inmunitarios.
Se halla en peces grandes, pesticidas de la agricultura intensiva, vacunas y amalgamas dentales.
PLOMO
Se acumula en cerebro, sistema nervioso y huesos.
Bloquea la absorción de hierro, calcio y molibdeno. Provoca dolores osteomusculares, irritabilidad, trastornos del sueño y alteraciones cognitivas.
Se halla en el agua canalizada en tuberías de plomo, pesticidas, productos envasados, medicamentos, humo del tabaco
2. FAVORECE SU ELIMINACIÓN
Estos alimentos ayudan a hígado, intestino y riñones a eliminar metales pesados. Para aumentar su eficacia elígelos bio.
Algas. Sus fibras arrastran los metales. Dosis pequeñas cada día, de aguas limpias.
Apio. Dilata los vasos renales y ayuda a expulsar tóxicos. Tómalo crudo.
Brócoli. Rico en calcio, magnesio, potasio y zinc. De tres a cinco veces a la semana.
Cebolla. Estimula la función desintoxicante del hígado. Consumir 50 g al día es suficiente.
Manzana. Su pectina favorece la expulsión de metales. Toma una pieza entera al día.
Nueces de Brasil. Aportan una gran cantidad de zinc y selenio. Basta con tomar una al día.
Perejil. Rico en clorofila y vitamina C. Espolvorea a diario tus platos con él.
Zumo verde. Un zumo diario de manzanas verdes ecológicas y apio es una gran ayuda.
3. DEPURACIÓN DE METALES PESADOS
En una cura se usan productos en sinergia para atrapar metales pesados y eliminarlos a través de hígado y riñones. Hay que acudir a un profesional para que prescriba la combinación óptima por dieta, edad y posibles patologías.
Ácido lipoico. Con efecto quelante extracelular e intracelular. Tomar 350 mg con el desayuno.
Citrato de calcio. La falta de calcio facilita la absorción de aluminio. El calcio reduce también la de plomo. Se recomiendan 200 mg con la cena.
Chlorella. Es un limpiador de tóxicos en intestino, hígado y sangre. 1.800 mg con un vaso de agua antes del desayuno o la cena.
Metionina y cisteína. Estos aminoácidos azufrados solubilizan los metales pesados y facilitan su expulsión. 500 mg con la cena.
MSM. Ayuda a expulsar plomo, cadmio, mercurio y arsénico. 1.800 mg, en tres tomas diarias.
Selenio. Protege frente al aluminio, el cadmio y el mercurio. 200 μg con la cena.
Vitamina B6. Propicia la eliminación de aluminio y cálculos renales. 250 mg en el desayuno.
Vitamina E. Protege del aluminio y la acumulación de plomo 400 UI (268 mg) con el desayuno.
Vitamina C. Estimula el sistema enzimático del hígado. 1 g con el desayuno y 1 g con la comida.
Antes de empezar con una dieta o suplementación para eliminar metales pesados consulta con tu médico habitual ya que pueden existir contraindicaciones según cada persona.
Por eso si crees que puedes tener este problema contacta con tu médico o tu nutricionista y pide cita.
Aloha Vibrers!
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