“Siempre estoy cansada” o cómo ser madre con dolor crónico
Hola me llamo, Juana Ros tengo 42 años, soy madre de 2 hijos y desde hace 19 años que convivo con el dolor crónico.
Fue en verano de 2018, después de 15 años de peregrinaciones entre consultas médicas, por la pública y la privada, cuando pude poner un nombre a mi sufrimiento: fibromialgia.
Un año y medio después, en diciembre de 2019, mee diagnosticarían, además, el síndrome de Sjögren, una enfermedad que me provoca dolor articular, fatiga, ojos secos, insomnio y neblina mental.
Durante todos esos años marcados por el dolor y la incomprensión por parte de muchos profesionales sanitarios que me trataban, a la sintomatología física se le sumó el impacto emocional.
“Dejé de visitar médicos durante muchos años porque en lugar de hacerme pruebas, emitían juicios, salía llorando de las consultas y decidí que no quería diagnóstico, si ese iba a ser el camino”.
El dolor crónico no es sólo tener un mal día o sentirse un poco desubicado. Es una afección que puede interferir en la forma de vivir la vida y que afecta a muchos aspectos diferentes de la existencia.
Afecta tanto a las actividades a corto plazo, como dormir y comer, como a los objetivos a largo plazo, como volver al trabajo o a los estudios.
El dolor crónico también puede afectar a la salud mental, dificultando la concentración y el rendimiento en el trabajo o los estudios. Puede provocar depresión y otros problemas emocionales que pueden dificultar aún más tu vida normal.
Los principales síntomas del dolor crónico son:
Dolor y rigidez en todo el cuerpo.
Fatiga y cansancio.
Problemas con el pensamiento, memoria y concentración (conocido como niebla mental o "lagunas")
Depresión y ansiedad.
Dolores de cabeza, incluyendo migrañas.
Síndrome del intestino irritable.
Pero sin duda es el cansancio es el síntoma más común del dolor crónico. La fatiga puede ser abrumadora y debilitante. Afecta a tu capacidad para trabajar, estudiar o realizar tareas rutinarias en casa.
Para disminuir este cansancio lo mejor es tomar una serie de medidas para controlarlo.
Las siguientes son algunas formas de ayudar a reducir su fatiga y ser más eficaz en el manejo de su dolor:
-Dormir lo suficiente. Esto es clave.
-Asegúrate de tener suficiente tiempo para descansar y relajarte durante el día, ya que esto te ayudará a sentirte más descansado cuando te despiertes por la mañana.
-Hacer ejercicio regularmente. Aunque sólo sea un pequeño paseo alrededor de la manzana, cualquier tipo de ejercicio aumenta el flujo sanguíneo a todas las partes del cuerpo, incluidas las zonas afectadas por el dolor crónico.
También mejora el tono y la fuerza muscular, lo que puede ayudar a disminuir la rigidez articular u otros síntomas asociados al dolor crónico, como la depresión o la ansiedad.
- Apóyate en un profesional de la psicología para hacer tu proceso más liviano.
-Combina dos ejercicios como el Yoga y el Pilates para estirar y fortalecer. Ambos te ayudarán con el control mental.
Buen día !!! y descansa.
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